Tony Vázquez-Figueroa Venezuela, 1970

Resumen

Tony Vázquez-Figueroa, originario de Caracas, Venzuela (1970), es artista multidisciplinario que vive y trabaja entre Miami y Ciudad de México.

Su propuesta expositiva se vale de diversos medios y técnicas de representación -pintura, escultura, ensamblaje y fotografía-, utilizando el crudo y sus derivados sintéticos, bitumen, caucho y resinas para configurar un conjunto de variadas obras.

 

Tony Vázquez-Figueroa, originally from Caracas, Venezuela (1970), is a multidisciplinary artist who lives and works between Miami and Mexico City.
His exhibition proposal uses various media and representation techniques - painting, sculpture, assembly and photography -, using crude oil and its synthetic derivatives, bitumen, rubber and resins to configure a set of varied works.

Obras
Biografía

 

 

Luego de los violentos sucesos que precipitaron un golpe de estado y el paro de la industria petrolera en Venezuela, Tony Vázquez-Figueroa asume una conciencia política que ha transformado progresivamente su práctica creadora. La misma se concibe desde una perspectiva colectiva y una dimensión autobiográfica. Su proyecto se centra en el petróleo como ícono fundacional de la historia socio-económica de Venezuela. Indaga sistemáticamente sobre el codiciado “oro negro”, lo utiliza como material simbólico y metafórico para conceptualizar sus búsquedas formales. Del mismo modo, analiza la caída de los mitos de la modernidad, las expectativas de progreso y la utopía de felicidad que prometían las memorables décadas de los años 50 hasta los 70 del siglo XX en Venezuela. 

 

Sus series Black Mirror Box y Black Mirror Painting, por ejemplo, que son la mejor evidencia de una construcción pictórica abstracta y minimalista, no han sido concebidas, sin embargo, para que funcionen en última instancia como repertorios de obras abstractas. La cualidad reflectiva del bitumen —en la primera— o de la resina —en la segunda— hacen de cada obra una suerte de espejo en que el espectador se refleja. Es decir, cada pintura incluye al espectador como un componente momentáneo y provisional de su propia constitución como obra. Sin duda, en ello radica uno de los más sugestivos rasgos de estas piezas como representaciones pictóricas que, en su  inestabilidad perceptiva, movilizan la reflexión sobre problemas identitatios, algo de sumo interés para la propuesta expositiva general de Vázquez-Figueroa.

 

El campo semántico que atraviesa su planteamiento estético incorpora, entre otros elementos, la figura del hueco o “vacío”, la superficie negra y su reflejo especular, así como las relaciones entre opuestos: la representación y su abstracción, el brillo y la opacidad, la arquitectura y las soluciones informales. El suyo, debemos entenderlo como un sistema de signos que revela las estructuras simbólicas de una lógica universal.

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