Estar: Cristóbal Ochoa

Curaduría: Lorena González Inneco

Cristóbal Ochoa es un joven artista de la generación más reciente. Su trabajo ha destacado por el tránsito de diversos elementos donde resalta la mixtura de medios a través de ejercicios cromáticos desde la escultura, la cerámica, la pintura y la instalación. En todas estas vertientes el color se ha vuelto una figura fundamental de interacción con el afuera, intercambio que lo ha desplazado hacia la actividad de la performance como engranaje de toda su investigación visual.  

Hace cinco años y como una primera aproximación que anudara sus inquietudes, inició un proceso al que tituló Los conos de madre. A nivel formal la actividad implicaba la construcción de delicados trajes de papel compuestos por una serie consecutiva de conos en tonalidades diversas, las cuales variaban dependiendo del territorio. Con este vestuario y junto a varios compañeros de acción intervenía en distintos lugares públicos generando la correspondencia plena de la forma y el color con los sucesos del afuera, ya que los rostros y la personalidad de cada performancista quedaban ocultas por la volatilidad del traje.

En un primer momento Ochoa siempre resaltó como característica esencial de este performance la posibilidad literal de "estar", sensorial y fluidamente en intercambio con el entorno. La cercanía del otro se dio con la misma tranquilidad y la acción comenzó a remitir a un conjunto de sorpresas frente al juego con la diversidad, cauce lúcido de elementos formales y sensibles que en cierta forma desandan la noción de prejuicio y las formas tradicionales o legisladas del intercambio social. Con esta acción, ha recorrido una amplia cartografía de territorios además de Caracas (China, Corea del Sur, Inglaterra, Colombia, República Checa y Francia) lugares donde ha sido premiado y ha representado a Venezuela en distintas bienales y encuentros de artistas internacionales.

La exposición ESTAR es una forma de cerrar el amplio periplo de ese recorrido y fijar a través del registro fotográfico los lugares donde esta acción cromática dejó su huella, propiciando con ello la apertura de una conclusión que resalta los destellos de la forma como posibilidad vital: un cuerpo sensorial que se desplaza y se encuentra, que se reconoce y dialoga libre; allí, en el delicado espacio de las crisis sociales, los desapegos políticos, las divisiones y las confrontaciones que constantemente fracturan la complicada geodesia de nuestro mundo actual.

Lorena González Inneco