Colectiva de verano: 12 artistas participantes
DOce ARTISTAS PARTICIPAN EN Colectiva de verano_09
Jesús Matheus
José Antonio Vázquez-Figueroa
Astolfo Funes
Francisco Pinto
Audino Díaz
Gisela Romero
Roger Sanguino
José Vivenes
Jonidel Mendoza
Gabriela Morawetz
Keyser Siso
Sydia Reyes
En ocasión del quinto aniversario de Beatriz Gil Galería (antes Galería Artepuy), se está llevando a cabo en nuestros espacios la tradicional colectiva de verano, con la intención de mostrar el trabajo de algunos de los artistas que nos han acompañado durante este tiempo.
A lo largo de este periodo, Beatriz Gil Galería ha mostrado más de 22 exposiciones, entre individuales y colectivas, honrando de esta manera, el compromiso con el artista nacional.
La fuerza expresiva de estos creadores, se ve reflejada en los diferentes planteamientos resueltos en itinerarios particulares que devienen de las tradiciones pictóricas, con múltiples aproximaciones y lecturas, pero con inusitadas rarezas en esa búsqueda del quehacer plástico, sorprendente y a veces perturbador.
Gisela Romero sostiene que la vida está llena de contrarios, opuestos, contratiempos…reveses. Y es precisamente, en la confluencia de todas estas situaciones, que la artista cimienta su obra; un trabajo en donde el color se convierte en elemento lúdico, que refleja la conexión indivisible de estas realidades contradictorias, pero inequívocas e irrefutables.
Gabriela Morawetz, “Me paseo en un terreno vago de imágenes y formas. Es un mundo imaginario lleno de paradojas y confusión. Trato de reflejar la fragilidad de uno mismo frente al tiempo y espacio…Los aspectos subjetivos -donde la idea del desdoblamiento forma parte del pensamiento como de la forma-, me interesan particularmente”.
El trabajo de Jonidel Mendoza se caracteriza por la transparencia superpuesta de figuras humanas, que van perdiendo materialidad, en la profundidad del soporte de la misma -desde organzas a mallas electrosoldadas-. La reconstrucción de la imagen que emerge borrosa, a través de la transposición de planos, pretende recoger la idea de levedad.
Los personajes de Roger Sanguino emergen de un fondo de manchas rápidas y desenvueltas, en las que el dibujo es rescatado por el artista a través de un delineado sutil sobre la pintura.
José Vivenes logra captar la atención del espectador a través de una diversidad de recursos expresivos, con sus habituales e inquietantes personajes de gruesos e indefinidos trazos quienes -en pequeños grupos o por sí solos-, emergen de una densa y matérica penumbra, con la que no pretenden disputar jerarquía alguna.
Audino Díaz somete un territorio agreste a sus propias manipulaciones, a través de un limpio trabajo cartográfico. Adhiriere costuras en hilo, -en el caso de la obra en tela-, o la línea pespunteada en grafito, como símbolo de definición de territorialidad, limites, o quizás huellas dejadas por el ser humano en su recorrido por aquellos parajes.
El trabajo de Jesús Matheus combina sensibilidades y experiencias devenidas desde el grabado hacia la pintura como medio expresivo, y en la que se fusiona el color plano, con transparencias develadas sutilmente.
José Antonio Vázquez-Figueroa conjuga hábilmente, un muy cuidado y limpio trazo del dibujo, con la técnica del collage; haciendo uso reiterativo de imágenes del comic y la publicidad, así como de textos de periódicos, revistas y avisos publicitarios, además de pequeños recuerdos de relevancia en la vida del artista.
En la obra de Astolfo Funes, el artista explora y se sumerge en el universo de lo femenino, convirtiéndolo en un festín visual. Este paseante sin rumbo, de incesante movilidad, descubre al espectador un mundo de sensaciones visuales, difíciles de olvidar; una belleza efímera, fragmentada…escondida.
Francisco Pinto, novel pintor que se expresa a través de la iconografía del comic, en un intento por denunciar la ruda realidad social.
Keyser Siso transporta al espectador, a un mundo mágico de pequeños personajes enmarcados por una característica línea en negro -dentro de su muy particular entorno-. Desde el intenso rojo, pasando por un impoluto blanco, o un brillante amarillo, las figuras de Siso parecen flotar en un inmenso mar monocromático.
Sydia Reyes conquista el espacio a mediante ángulos, rectas, curvas y figuras geométricas en un acertado acercamiento del objeto urbano en su simbología y en su metáfora de lo cotidiano, empleando hierro y acero como expresión del discurso plástico.
Lieska Husband de Hernández