La mirada melancólica de Marylee Coll

Luster
Luster, Artículos, Junio 12, 2019

Testigos del desarraigo es un potente ensayo fotográfico cargado de 60 imágenes, producto de una meticulosa búsqueda por varias casas de Caracas. Se trata de espacios domésticos fotografiados sin la presencia de sus dueños, donde íntimos elementos plantean un discurso visual a favor del sentimiento generalizado de la Venezuela que padece situaciones como la diáspora y las constantes migraciones. Cada retrato le da voz a escenarios con decorados melancólicos y profundamente personales.

Marylee Coll lleva a cabo este proyecto en la Beatriz Gil Galería luego de una trayectoria de casi treinta años. Con exposiciones dentro y fuera de Venezuela, la artista también es conocida por hacer intervenciones urbanas en Caracas y Maracaibo, sin mencionar que ha sido galardonada con el Premio Harinjs Liepins en el 58 Salón Arturo Michelena (año 2000), II Premio en la II Bienal Nacional del Paisaje Tabacalera Nacional (1998) y II Premio en la II Bienal Nacional del Paisaje en 1991.

Testigos del Desarraigo es un testimonio que en su formato transporta al espectador a una historia en la que el pasado es desafortunado y el presente indiferente. Los objetos parecen gritar tragedias olvidadas a los mil vientos. En palabras de la curadora de la exposición, Ruth Auerbach, “cada fotografía se traduce entonces en una metáfora visual de esa ‘casa’ que todos llevamos a cuestas, aún en la distancia”.