Durante noviembre de 2012 las artistas venezolanas Amalia Caputo y Esperanza Mayobre, ambas residentes en Estados Unidos, compartieron simultáneamente dos espacios expositivos que acogieron obras recientes y no tan recientes, abordando diversos temas como la relación entre el espacio y la identidad; la memoria personal y los objetos; los estereotipos femeninos y el derrumbe como leitmotiv de la contemporaneidad.
En La Caja del Centro Cultural Chacao, Caputo mostró Transferencias, una instalación compuesta por tres paredes cubiertas con 1800 pequeñas fotografías de 15,2 x 10,2 centímetros, donde la artista había registrado sistemáticamente sobre un fondo blanco objetos personales, desde entradas a conciertos hasta ropa y zapatos, encapsulados en pequeños paquetes plásticos transparentes. Simultáneamente, un televisor presentaba las mismas imágenes una tras otra, y en el medio de la sala se hallaban tres mesas llenas con los objetos reales que podrían ser intercambiados por cualquier objeto que el espectador quisiera dejar allí.