Alexánder Apóstol: 40 modelos políticos pintados en la pared

Tropico Absoluto - REVISTA DE CRÍTICA, PENSAMIENTO E IDEAS
Ruth Auerbach , Artículo, Marzo 4, 2022

Ofrecemos el texto de Ruth Auerbach que acompañó la exposición de Alexánder Apóstol (Barquisimeto, 1969) “40 modelos políticos pintados en la pared” (Caracas: Beatriz Gil Galería, 2022), una muestra que presentó el desarrollo del artista venezolano en su particular propuesta de “investigación sociocultural, enfocada en aquellos principios y roles inherentes a la idiosincrasia venezolana”, pero también en su percepción de los juegos del poder en la constitución de una serie de identidades a partir de la pintura y la escultura, y más recientemente en la representación de la política y sus partidos como alegorías pictóricas.

 

 

Si la experiencia estética se roza con la política,
es porque ella también se define como experiencia de disenso,
opuesta a la adaptación mimética o ética de las producciones artísticas a fines sociales.
Jacques Rancière

 

I.

El trabajo de Alexánder Apóstol (Barquisimeto, 1969) –artista multidisciplinario que utiliza principalmente la fotografía y el video como medios de expresión–, ha alcanzado, sin duda, un notorio proceso de madurez que lo sitúan como uno de los creadores venezolanos más  destacados de la escena global del arte. Su sólida trayectoria revela, en la continuidad de su práctica artística a lo largo de tres décadas, una atención consciente de las variables que determinan la compleja construcción de las identidades. 

En su indagación Apóstol aborda la persistencia de contenidos y formas de representación versátiles, que operan como estrategias efectivas para articular, desde el discurso estético y el planteamiento conceptual, una línea de pensamiento crítico subyacente en el desarrollo de una obra deliberadamente cuestionadora. 

La particularidad de su propuesta debe entenderse como un proceso de investigación sociocultural, enfocado en aquellos principios y roles inherentes a la idiosincrasia venezolana, expresados en un significativo relato visual. Desmontar y poner en relación los contenidos simbólicos que cruzan su proyecto se constituye en un mecanismo susceptible de sugerir inéditas capas de lectura y perspectivas, en un proceso de interpretación permanente. Por ello también, cada uno de sus trabajos –configurados bajo un sistema serial– se generan sin prejuicios e indistintamente, mediante la representación de lenguajes figurativos o abstractos, según las exigencias que le imponen las diversas tipologías formales de su vasto registro visual.

Desde un principio, su búsqueda se orienta hacia la creación de narrativas híbridas que exploran los argumentos de género, identidad y política, revisitados reiteradamente a partir de la experiencia individual, la historia del arte y la arquitectura; un repertorio temático que interpela al espectador y atraviesa las realidades contemporáneas, desde el ámbito privado y cultural hasta la exploración del espacio público, apelando a la reivindicación y consecuente construcción de identidades individuales y colectivas, como centro de sus reflexiones.

Apóstol fija sus referentes culturales en el imaginario de los insignes años cincuenta, sesenta y setenta, para afianzarse “en la grandilocuente iconografía del monumento que se presta como metáfora para cuestionar el auge y caída de un tiempo de modernización –idealizado e inviable– que termina por asentarse, luego de un acelerado proceso de deterioro, en una profunda crisis socioeconómica”.1  Series como “Residente Pulido” (2001), “Fontainebleau” (2003), “Residente Pulido. Ranchos” (2004), “Skeleton Coast” (2005) y los videos “Av. Libertador” y “Soy la ciudad” (2006) acreditan el curso de una memoria dislocada, así como el deseo utópico de alcanzar el progreso, que por el contrario propició las inmensas contradicciones que definen la historia moderna de nuestro país. En los últimos años, su aguda percepción sobre fenómenos socioculturales ha avanzado hacia la construcción de un amplio catálogo de representaciones de aspectos fundacionales de la nación: ideologías políticas, culto al héroe y símbolos patrios como pilares de una épica identitaria. La noción de sujeto social desborda sus márgenes para concentrarse ahora en un contexto vernáculo, que se extiende hacia los confines de Latinoamérica...