Turrillo indaga de manera rica en el entramado textil, donde se traman los hilos y las narrativas. El hilo se extiende de manera recurrente como un motivo en algunas fotos intervenidas. Imágenes de fotógrafos famosos, donde los ojos están tupidos, cosidos, como una forma de ceguera. Y en este caso uno recuerda que la mirada se construyó en un dispositivo recurrente para el discurso patriarcal que convirtió a la mujer en objeto de exhibición y deseo. Sin embargo, aquí en la muestra Turrillo decidió que ella estuviera más en sus objetos que en sus retratos.
El hilo se extiende en diferentes instancias y con variadas funciones. Por ejemplo, en el delicado juego de apliques en formas de crochés o bordados. Algunos de los cuales son rescatados y reapropiados del casi anonimato de costureras de otro tiempo, como la misma artista me lo confesó ese domingo. Son homenajes al largo trabajo de costureras sin nombres que hoy Turrillo coloca en lugares de creación artística.